El presidente de Naturgy, Francisco Reynés ha defendido que durante la pandemia la «capacidad de adaptación rápida es una cualidad de liderazgo que ha sido fundamental. Las empresas han estado apoyando y sustentando a la sociedad poniendo a las personas por delante».

Así lo ha afirmado durante su intervención en el XX Congreso de Directivos CEDE bajo el lema ‘Nuevos tiempos, nuevas oportunidades’, celebrado en el Palacio de Congresos de la capital cordobesa y en el que han coincidido los principales líderes empresariales del país.

Para Francisco Reynés es clave que «un directivo no pueda dejar de mirar alrededor para saber lo que está pasando. En este sentido, la pandemia ha supuesto una cura de humildad que nos ha enseñado que hay aspectos exógenos que nos pueden afectar».

Por eso, Reynés ha destacado que «el verdadero liderazgo es el que ejercen personas que te siguen por tus intenciones. El propósito empresarial es la plasmación de las intenciones, unida a las competencias y valores de las empresas».

Durante la charla, también ha participado Ángel Simon, presidente de Agbar y ha explicado que, con la pandemia nunca se habían vivido casos tan «extremos», aunque sí casos excepcionales o de estrés, que por desgracia cada vez son más frecuentes.

En este contexto, según ha argumentado Simon, las dos competencias básicas para un buen líder, además de un compromiso permanente de los trabajadores, es el liderazgo interno y el externo, y para ello es preciso relacionarse con todo el equipo en red y de una manera clara, en lo que respecta al interior de la compañía.

En cuanto al factor externo, Ángel Simon ha dicho que es preciso tener claro que las personas «están en el centro de la empresa y que había que seguir dando el suministro en cualquier situación». Así, para el directivo de Agbar la pandemia ha acelerado procesos que ya estaban en marcha y ha resaltado también tres aspectos claves para un buen líder: «empatizar, ejercer liderazgo y transparencia».