El presidente de Naturgy, Francisco Reynes, participó en el Foro Alta Dirección organizado por El Confidencial y PwC donde destacó que con las nuevas tecnologías, “algunos procesos requieren de menos gente”, pero “nuestros objetivos de reducción de costes no son de reducción de plantilla”.
“En un mundo de digitalización de tareas, hay puestos de trabajo que dejarán de ser funcionales en el futuro pero, a la vez, se están creando otros nuevos, y esto requiere adaptación de las organizaciones, procesos, sistemas y personas” añadió el máximo ejecutivo de la compañía energética.
La presión de la transformación digital en el personal también es extensiva a los consumidores, que han dejado de ser abonados para ser clientes, que miran los precios y son muy sensibles a cuestiones de sostenibilidad.
En cuanto a la nueva política de dividendos, el CEO de Naturgy, Francisco Reynes, afirma que no son “una vaca lechera” y que la propuesta es crear valor con inversiones, pero en “ausencia de operaciones corporativas que pudieran cambiar la estructura de la compañía, lo mejor que podemos hacer es devolver al accionista el dinero que nos sobra”.
Naturgy ha repartido con cargo a este ejercicio un dividendo de 1,3 euros por título, lo que supone un 30% más que en 2017. A partir del próximo año, la retribución se incrementará “mínimo” un 5% anual, hasta alcanzar los 1,59 euros en 2022. “Puede ocurrir que entre medias surja algún proyecto, pero no tiene sentido que con ese dinero hagamos cosas que no encajan con el accionista”, ha explicado.
Además, la energética está inmersa en un proceso de desinversión de aquellos activos ‘non core’ donde su gestión sea limitada y el potencial de crecimiento “irrelevante”. “Este es el M&A en el que estamos trabajando” y “a corto plazo no estamos trabajando en otro tipo de operaciones”, ha afirmado.
Uno de los frentes que la compañía tiene abierto es la devaluación de las monedas en Latinoamérica donde hasta septiembre se ha perdido 3.040 millones de euros. Sin embargo, Reynés afronta este escenario de depreciación con “optimismo, ya que las monedas han bajado mayoritariamente lo que tenían que bajar”.
En Argentina, se acaba de despejar la incertidumbre entre los distribuidores de gas, afectados por el desplome de la divisa que había provocado un incremento del coste de suministro, con el decreto del Gobierno de Mauricio Macri por el que asume las diferencias de valor entre el gas comprado por las distribuidoras y la tarifa.